Llevaba tiempo observándome, tiempo viendo que pasaba conmigo...
Yo entre dudosa de volver a este mundo del BDSM...además de contingencias de la vida que me hacían no poder avanzar....
Pero siempre volvía y ahí estaba Él...atento a mis movimientos, atento a ver si escribía algo en este blog, o bien dejándome saber de alguna manera que ahí estaba. De apoco fui conociéndolo mas, un poco de sus gustos, sus intereses, pero nuevamente desaparecíamos pero había una atracción que es inevitable, volvíamos a encontrarnos y las pasiones y deseos comenzaron a fluir cada vez mas.
Me invitaba a volver a este mundo de su mano, pero yo mantenía distancia...aunque cada vez era menos, cada vez también quería saber mas de este hombre...Fuimos desatando nuestros deseos, comenzando a confiar nuestros intereses, nuestros gustos...ganas incontrolables de volver a experimentar esa sumisa interior, que pese a tantas intenciones de apagarla...es su esencia que no se puede evitar.
Fue descubriendo mi mundo, callado, paciente...fue generándome confianza, hasta que empecé a generar una necesidad de leer sus palabras... ¿ saben lo que es para una sumisa las palabras como sometimiento, dominación, usada, perrita, puta...entre tantas...?
Les contaré que todas esas palabras generan en mi que empiece a empapar mi calzón, que siento de forma automática como mis pechos se comienzan a endurecer, como mis pezones sobresalen duros, firmes, deseosos de ser apretados, tocados, mordidos, torturados..